LO QUE EL ENFERMO PUEDE ENSEÑARNOS
A valorar la salud... no se aprecia mientras se tiene.
A saber qué es comer con ganas, con apetito.
A saber qué es dormir a gusto, toda la noche.
A saber qué es poder correr, saltar, vivir...
A dar importancia a las cosas pequeñas: un vaso de agua, una sonrisa, una palabra....
A sentir la necesidad de los demás.
A valorar cuánto vale tener una persona a tu lado, que esté contigo en los momentos difíciles.
A valorar lo que supone tener a alquien que te escuche; que te diga unas palabras; que sepa callar cuando no sabe qué decir; silencio antes que acudir a frases hechas que no dicen nada.
A valorar lo que supone sentir que alguien se te acerca, te quiere, te respeta, no te deja solo...
A apreciar el que alguien sabe respetar tu intimidad y puedes confiar en él plenamente.
A valorar que alguien a tu lado sepa respetar tus creencias religiosas aunque no las comparta.
(Autor desconocido)