-La coherencia-
Cuento anónimo
El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y
como era de esperar, hizo lo correcto: Se detuvo en la línea de paso para los
peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a
través de la intersección...
La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le tocó la
bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos y vulgares en alta
voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección...
y
para colmo, se le cayó el teléfono y se le regó el maquillaje...
En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal del lado.
Allí,
parado junto a ella, estaba un policía mirándola muy seriamente.
El oficial
le ordenó salir de su coche con las manos arriba y la llevó a la comisaría
donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y
la pusieron en una celda...
Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la
puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la
detuvo estaba esperando con sus efectos personales:
- "Señora, lamento mucho este error", le explicó el policía. "Le mandé a
bajar mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente,
queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo,
gritando improperios y diciendo palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté que:
• De su retrovisor cuelga un rosario,
• Su carro tiene en la defensa una calcomanía que dice: "Jesús te ama",
• Su tablilla tiene un borde que dice "Amor y paz",
• En la parte de atrás hay otra tablilla que dice" La paciencia es la
madre de las virtudes",
• Otra calcomanía que dice: "Practica la meditación".
• Y finalmente, el emblema cristiano del pez.
Como es de esperarse, supuse que el auto era robado".
Esta simpática historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo
que creemos,
lo que decimos y lo que hacemos!!!.