jueves, 28 de septiembre de 2017

EL CÍRCULO DE LA VIDA NO TIENE NINGÚN ‘LADO’ - Jeff Foster

EL CÍRCULO DE LA VIDA NO TIENE NINGÚN ‘LADO’

Resultado de imagen para círculo de la vida

Por todo el mundo, y en las noticias de todos los días, gente matando gente. Gente de un ‘lado’ matando gente del otro ‘lado’. Cada ‘lado’ afirmando que tiene la razón. Cada ‘lado’ aferrándose a un dolor muy antiguo, cada ‘lado’ negándose a ser el primero en dejar ir, encontrando razones suficientes de por qué no podrían o no querrían hacerlo. Un cuento trágico tan antiguo como la humanidad misma.

¿Cuándo despertaremos al hecho obvio de que todos somos la misma Consciencia disfrazada? Que no importa quiénes pensemos que somos, no importa cómo aparezcamos, más allá de nuestras historias y relatos, de nuestras religiones, nacionalidades, creencias, del color de nuestra piel, de nuestros pesados pasados y futuros inciertos, somos todos expresiones de la Única vida. Que en realidad no hay israelíes ni palestinos, judíos o cristianos, musulmanes o budistas, ateos o agnósticos, republicanos o demócratas, gurús o discípulos, que estas imágenes nunca nos pueden definir. Que lo que realmente somos en el nivel más fundamental es indefinible, misterioso, nunca algo fijo o separado, nunca algo identificado con una imagen, al igual que el inmenso océano nunca puede ser definido por sus olas.

La Consciencia no tiene religión ni nacionalidad. Da nacimiento a palestinos e israelíes, iraquíes y estadounidenses, a la luz y a la oscuridad, al yin y yang del mundo de los sueños en constante cambio.

Como Consciencia misma, cuando nos lastimamos mutuamente, solo estamos perjudicando a nuestros propios hermanos y hermanas, a nuestros propio prójimo, olas de nosotros mismos. Solo estamos luchando en contra de los reflejos de nuestra cara original. Solo estamos matando a los que amamos, antiguos amigos de hace mucho tiempo.

La guerra exterior nunca ha generado paz interior. ¿Cuánto más derramamiento de sangre? ¿Cuánto más dolor? ¿Cuántos más hombres, mujeres y niños deben desaparecer en el infinito antes de que despertemos?

Ese pequeño que está sangrando es mío. El círculo de la vida no tiene ‘lados’.

 -  Jeff Foster -

domingo, 3 de septiembre de 2017

Desnudándome - Autor: Bruno Kampel



Una de estas madrugadas me quité todos los disfraces, uno por uno.
Primero el de sabiondo, después el de indispensable, a seguir el de importante y luego el de prepotente.
Descansé un poco y continué.

Le tocó el turno al disfraz de director y al de poeta y al de escritor,
 y por último al de capitalista y explotador.
Lleno de curiosidad y no menos temor me acerqué al espejo a mirarme, y lo primero que encontré frente a mí fue un gran dedo acusador que me apuntaba con cara de pocos amigos, pero lo que más me impactó fue comprobar que lo que sobró de mí era lo único que había olvidado que era.
Sí, por detrás del gran dedo que no paraba de acusarme sin palabras aparecía reflejada la imagen de un chico lleno de años por vivir, con una pelota de goma bajo el brazo, una honda en la mano, una sonrisa virgen en los ojos, un futuro brillante a sus pies, una esperanza enorme que no cabía en los bolsillos, la frente sin arrugas, el cuerpo sin heridas, la vida sin dolores.
Sí, fue eso lo que vi, hasta que de repente desperté, y al buscarme entre los pliegues de las horas nocturnas no pude encontrarme por más que lo intentara.
Ahora, cuando el día transformó la madrugada en un simple pretérito, sólo sé que no sé donde estoy y que apenas supongo quien soy, y por eso lo único que puedo y lo único que hago es empezar a buscarme.
Iniciaré la investigación en el espejo, y si allí no me encuentro iré hasta unos veinte años atrás, y si tampoco me hallo, entonces no tendré más remedio que sentarme sobre las horas que pasan y esperarme hasta que vuelva cuando vuelva y venga de donde venga.

Bruno Kampel