domingo, 7 de octubre de 2012

Pamukkale, catarata fosilizada en Turquía



 

En Pamukkale, Turquía, sobre un acantilado fluvial de más de doscientos metros de altitud, se eleva un grandioso decorado surrealista sin comparación en todo el mundo.

 

Pamukkale, denominado “Castillo de Algodón” por sus fantásticas cascadas petrificadas y piscinas naturales que se encuentran en constante ebullición, vivas y cristalinas. El paisaje adquiere la dimensión de un fantástico jardín acuático, vertiéndose estanque a estanque formando inmensas caracolas de roca calcárea, de una blancura azulada y de una tremenda belleza. Los manantiales calientes que brotan constantemente del interior son el origen de este prodigio y el motivo primordial del asentamiento aquí de tantas civilizaciones pasadas.

 

El agua termal brota a una temperatura constante de 35º, vertiendo un caudal constante de 240 litros por segundo. Esta agua se utiliza para el tratamiento de distintas enfermedades. Pamukkale constituye un escenario natural, en lo alto de un altiplano que domina el fértil valle de Denizli , un mirador formado por centenares de travertinos de todos los tamaños y formas. A solo 5 kilómetros al norte de Pamukkale, en Karahayit, el agua brota de los manantiales a 38º, extraordinariamente rica en mineral de hierro, una enorme mancha de rojo sobresale en el verde paraje que rodea el manantial.



El amanecer y el atardecer son momentos únicos que solo se pueden vivir aquí, el sol cayendo tras las pequeñas cascadas, hacen que este lugar sea un verdadero paraíso. Son cientos de personas las que allí se concentran, algunas para sanar, otras para disfrutar de las vistas y otras simplemente de paso, convierte a Pamukkale en un destino muy concurrido.

Pamukkale en YouTube

En el excelente video mostrado a continuación se puede apreciar la belleza de Pamukkale.

 Fuente: http://turismo.infoclima.com/