Theo Jansen, artista y escultor cinético, considerado el Leonardo Da Vinci del siglo XX
"La imaginación y el optimismo te lo dan todo"
Tengo 64 años. Nací en Scheveningen (Holanda) y vivo en una casa taller a las afueras de La Haya. Casado, tres hijos. Necesitamos políticos que muestren que ser buenos los unos con los otros es más divertido que hablar de economía. Ya no creo en Dios, pero hay tanto misterio.
Entrevista de: Ima Sanchís
de: lavanguardia.com/lacontra
No me refiero a la playa como un montón de bikinis. En las playas holandesas hay tormenta y viento.
Te puedes llegar a sentir como un esquimal, y eso nos acerca a nuestros antepasados.
Sí. Considero que dentro de cada uno de nosotros hay un esquimal. Y siento que soy muy básico: soy un mono, todos somos monos. Hay una memoria en nuestro cerebro de todas las experiencias vividas por nuestros antepasados.
Se trata de jugar, y yo lo hago con tubos de PVC, esos que en Holanda están en todos lados: por las calles, en las casas, entre los escombros de los contenedores.
Un día reflexioné sobre ellos para escribir mi columna en el periódico. Los compré, los manoseé..., y decidí dedicarles un año sabático, así nacieron mis animales de playa.
Quiero crear nuevas formas de vida, un nuevo especimen capaz de sobrevivir en las playas al mar y las tormentas, capturando el viento con sus alas y sin necesidad de nadie.
La gente quiere etiquetarme como artista o como ingeniero, pero yo hago lo que hago, no sé lo que es. Puede que no sea ni artista ni ingeniero, que sólo sea un esquimal.
Un ingeniero recurre a lo que le han enseñado para crear algo y a los mejores materiales para desarrollarlo, de manera que el resultado siempre es similar. En mi caso, por las restricciones que me imponía el PVC tuve que buscar rutas que no eran lógicas.
Sí, en mi caso a soluciones técnicas menos obvias. Y es más probable que el azar tenga un papel cuando hay restricciones, cuando la necesidad obliga a buscar otras posibilidades en otros lugares, que cuando no las hay.
Al principio yo era pintor y el ovni me sacó de la pintura. Sobrevoló mi pequeña ciudad y tuve suerte de que el tiempo estaba nublado, lo que impedía ver su profundidad y altura. La policía pensó que estaba muy muy alto, era enorme e iba muy deprisa. La historia salió en la televisión y fui famoso durante tres meses.
Quería sacudir la vida de las personas, que para muchos es algo muy aburrido. El ovni les dio aventura. "Una vez vi un ovni", me dicen, y les explico que lo construí yo y que lo solté desde una colina pero no me creen.
Es nuestra herramienta evolutiva. Podemos imaginar la consecuencia de nuestros actos y eso es lo que nos permitió sobrevivir.
Evolucionan, espero que al final de mi vida puedan sobrevivir por sí mismas, sin mi presencia. Hoy debo estar atento para que las tormentas no las destrocen. Si sobreviven después de un año de trabajar con ellas, las declaro en extinción y los fósiles viajan por el mundo a diferentes exposiciones y cuentan la historia de su evolución.
Sí, pero yo no me planteé emular a la naturaleza, surgió, tienen piernas, músculos y neuronas (válvulas) porque son útiles. Y si tienes muchas neuronas, tienes un cerebro. Ese será el siguiente paso evolutivo: que sepan dónde está el mar y dónde las dunas para refugiarse.
No lo sé, yo trabajo en la funcionalidad, y me sorprendo a mí mismo viendo lo bonitas que son. Creo que la gente se reconoce en ellas, entiende esa belleza que no hice yo.
Sí, es el primer paso para moverte. Creo que hay que agarrarse al optimismo, mi primer animal era patético, ¿cómo podría pensar que iba a llegar a alguna parte con esa cosa?
Sí, especialmente en tiempos de crisis. Como dijo Einstein, la lógica te lleva de A a B, la imaginación te lleva a todas partes. Creo que el dinero te da muchas cosas, pero la imaginación y el optimismo te lo dan todo.
Si te sientas frente al televisor y permites que todo te llegue, la imaginación no está estimulada, pero si apagas la tele la imaginación se enciende. Hoy la vida es tan fácil que no tenemos que usar la imaginación ni tampoco el cuerpo.
No abogo por la pobreza, pero la gente debería tomar distancia de la riqueza.
Ir andando o en bici en lugar de en coche, subir por las escaleras en lugar de en ascensor, mirar el mar en lugar de la tele... Su forma física y su imaginación mejorarían. El fuego se apaga al sentarse en el sofá.
Se necesitan ejemplos, el optimismo es contagioso. Hoy usted y yo vamos a ser optimistas para que todo el mundo a nuestro alrededor se contagie de este virus fecundo.
Fuente:http://www.lavanguardia.com/lacontra