miércoles, 23 de enero de 2008

LA TORRE EIFFEL





La Torre Eiffel (Tour Eiffel, en francés) es una estructura diseñada por el ingeniero francés Gustav Eiffel con ocasión de la Exposición universal de 1889 en París. Se erigió en dos años.
Construida en controversia con los artistas de la época, que la veían como un monstruo de acero, se considera el símbolo indiscutible de Francia y de la ciudad de París en particular, siendo el monumento más visitado del mundo. Cuando fue construída era el monumento más alto del mundo, 300 metros, (si sumamos la antena de radio que se encuentra en su cúspide, su altura es de 324 metros). Cuando la construyeron, la torre pesaba alrededor de 7.300 t, si bien hoy en día se calcula su peso en más de 10.000 (debido al museo, restaurantes, almacenes y tiendas que alberga). Estaba previsto que la torre alcanzase los 350 m, pero los vecinos se alarmaron por la amenaza de que un edificio tan alto y construido sin apenas piedras pudiera caerse, y se manifestaron, provocando un cambio de planes. Los 24 últimos metros corresponden a una antena de radio que fue añadida mucho después. (Ubicación geográfica 48° 51′ 29.04″ N 02° 17′ 40.1″ E) Según la temperatura ambiental, la cúspide de la Torre Eiffel puede acercarse o alejarse del suelo unos ocho centímetros, debido a la dilatación térmica del metal que la compone. De acuerdo al sitio oficial del monumento, para alcanzar la cima hay que recorrer 1665 escalones (y no 1792, número que algunos toman por cierto en alusión al año de la instauración de la Primera República Francesa). El mantenimiento de la torre incluye la aplicación de cincuenta toneladas de pintura, cada cinco años, a efectos de protegerla de la corrosión. En ocasiones, se cambia el color de la pintura (en 2005 la torre mostraba una tonalidad parda). En el primer piso, hay consolas que permiten votar en la elección del futuro color de la estructura. El color original de la torre fue el amarillo, aunque hoy en día no quede nada de él. Se considera que, aproximadamente, la mitad de las uniones con las que cuenta la estructura (mediante roblones) están realizadas por motivos de seguridad, es decir, que la torre se mantendría en pie aunque fallaran la mitad de las uniones entre sus piezas. Esto garantizó desde el principio la fiabilidad de la Torre, dado a que en el momento de su construcción muchos parisinos tenían miedo de que pudiera caerse originando una catástrofe. Esta torre ha sido visitada por más de 500.000.000 de turistas que la admiran por su belleza y por su forma peculiar. La estructura comenzó a construirse en 1887 para que sirviera como arco de entrada a la Exposición Universal, una feria mundial organizada para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa. La torre se inauguró el 31 de marzo de 1889, y fue abierta al público el 6 de mayo de ese año. Cerca de doscientos obreros ensamblaron las 18.038 piezas de hierro, usando dos millones y medio de roblones, siguiendo el diseño estructural de Maurice Koechlin. Debido a la proximidad del río y a la naturaleza del subsuelo sus cimientos tienen, en cada uno de sus cuatro apoyos, una profundidad de unos treinta metros. Cada una de sus cuatro patas descansa sobre ocho gatos hidraúlicos por lo que se puede considerar que en realidad la torre tiene 32 patas. A diferencia de los rascacielos modernos, la torre, tiene una estructura visible, con sólo dos plataformas intermedias y un mirador superior. A pesar de las inmensas precauciones de Eiffel para con sus operarios (que incluían el uso obligatorio de arneses), uno de ellos falleció durante la instalación de los elevadores. El ingeniero francés Gustave Eiffel presentó primero su proyecto de torre a los responsables del Ayuntamiento de Barcelona, para que se construyera en esta ciudad con motivo de la Exposición Universal de Barcelona (1888); pero a los responsables del ayuntamiento barcelonés les pareció una construcción extraña, y cara, que no encajaría en la ciudad. Tras la negativa del consistorio barcelonés, Eiffel, presentó su proyecto a los responsables de la Exposición Universal de París, donde se erigiría un año más tarde, en 1889. Éstos aceptaron construir la torre, pese a que en principio pensaron que la tendrían que desmontar una vez acabada la exposición. Sólo la voluntad popular evitó que se derribase.
Fuente:YouTube.com(Pirataraúl)

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